Recuerdo llegar al Hospital Infantil, con mi hijita Sofía en brazos, creí que el corazón se me saldría, el personal del hospital la recibió, realizaron los exámenes y descubrimos que estaba presentando un cuadro de apendicitis, puse la vida de mi hija en sus manos ya que de inmediato ingresó a cirugía, cuando vi su carita sonriente solo pude agradecer, el corazón volvió a mí y entendí el valor y el gran corazón de estos profesionales. Donar salva vidas, no solo la de nuestros hijos.